sábado, 28 de mayo de 2011

GRACIAS COMPAÑERA.

Con estas líneas deseo manifestar y descargar, de alguna manera, la indignación que siento frente a lo que me ha ocurrido, a ver si así logro sacar de mi pecho lo negativo y con esto dar el primer paso para empezar a transformarlo en algo positivo... así que empieza mi emesis: 


Como la gran mayoría conoce, soy médico, residente de 2º año (ya casi 3º) de Medicina Familiar y Comunitaria. Mi trabajo incluye guardias de 17 y 24 horas (unas 6 al mes mínimo, con un mínimo de 2 fines de semana tocados con guardias,debido al déficit de personal que sufre la sanidad), más las habituales 40h semanales de consulta (con derecho a salientes de guardias si el día siguiente es laborable), más las actividades habituales "extralaborales" prácticamente indispensables en tu formación, entiéndase: horas de estudio en casa, preparación de casos clínicos, tiempo dedicado a investigación, cursos por las tardes, asistencia a congresos... Con esto creo que tienen una idea aproximada de lo que es la vida de un residente (tampoco es que cambie mucho cuando acabas la residencia)


Para terminar de ponerlos en situación, más del 50% del sueldo de un residente son las guardias. En el caso de Andalucía, cobramos una nómina mensual (por esas 40h semanales) de aprox 800eur/mes en neto (pagamos aprox 20% o más de IRPF, más 5% que nos retiran por "funcionarios", aunque luego por ser personal en formación no disponemos de muchos de los derechos del resto de los funcionarios... pero eso es harina de otro costal); luego una nómina complementaria en función de las horas de guardia, cobrando en bruto por hora de guardia aprox: día laboral (lunes-viernes) 12 eur/hora y fines de semana y festivos aprox 14eur/hora, al quitar impuestos, etc es menos de 10eur/hora. 


Dicho esto, resulta que hace un mes aprox. me encuentro en mi semana 33 de gestación, con una bebé algo grandecita de aprox 2.3 Kg. en la barriga, y solicito al INSS una prestación llamada "Suspensión de contrato por riesgo laboral", lo que popularmente la gente conoce "baja por riesgo laboral", que consiste en que tu empresa (en mi caso el Servicio Andaluz de Salud) te suspende el contrato y deja de pagarte el sueldo, mandándote a casa y pasa a ser el INSS quién asume tu sueldo. Esta prestación incluye el pago de ambas nóminas (normal y complementaria) y se le otorga a aquellas personas a las que, a pesar de las modificaciones posibles a su puesto de trabajo, persiste un riesgo para su salud, consecuencia de dicha actividad laboral. 


En mi caso, el informe presentado por Servicio de Preventiva de mi Hospital a Inspección Médica del INSS mencionan de que estoy expuesta a riesgo biológico, infecciones, agresividad y violencia (no olvidemos cómo están las urgencias), sobrecarga física (transporte de pacientes, ambulancia, horas de trabajo...) riesgo de accidente de tráfico (ambulancia en autovía) riesgo de lesiones físicas (por ej al atender un acc de tráfico que se haya salido de la carretera), estrés psíquico, deprivación de sueño... Según informe de mi médico de cabecera: embarazo de 33 semanas sin patología. Hago entrega de ambos documentos junto con mi DNI al INSS. 


Pues bien, increíblemente la Inspectora Médica, a la que va dedicado este escrito, DENIEGA la prestación por considerar que con las modificaciones adecuadas mi trabajo no representa un riesgo para mi embarazo. 


Dra. Vaquero, tengo que decirle varias cosas: 


1º. Me puede explicar ¿qué criterios objetivos utiliza Ud para decidir cuándo existe dicho riesgo a pesar de las modificaciones del puesto?, porque 3 semanas antes de mi denegación, de su mismo puño y letra aprueba Ud. dicha prestación a una compañera de residencia, de mi misma promoción y hospital que tiene ¡¡EXACTAMENTE MI MISMO PUESTO DE TRABAJO!!, y con similar semanas de gestación. 


2º. Haga Ud. el favor de por lo menos tener la decencia de leer bien los nombres y apellidos de las personas, y escribirlos correctamente, que para eso Ud. disponía de mi DNI. Y lo que es peor, de no confundir expedientes, pues Ud. tuvo la gracia de colocar en el primer informe de denegación que emitió que mi embarazo "cursa con patología". Eso lo recurrí a través de los servicios de preventiva de mi hospital, en contacto con Ud. y Ud. corrigió en la SEGUNDA denegación que mi embarazo cursa sin patología, pero persistió escribiendo mal mis dos apellidos, que le digo por cierto son ALPANSEQUE HOOGESTEYN y no Alfonseque Hoodgesteyn, que ya sé que tienen güasa, pero es un documento oficial ¡por favor!


3º. Trás declaración suya, en reunión Provincial con los servicios de Preventiva hace aprox. 2 meses, informa que toda mujer personal sanitario de más de 24 sem gestación, a pesar de las modificaciones de su puesto de trabajo, persiste con riesgo para su embarazo y por tanto tienen derecho a esta prestación. Dígame Ud ¿Cómo es posible que firme 2 veces denegación de dicha prestación a una mujer que cumple con todos esos criterios?


4º. Dígame Ud ¿Es que ya se olvidó de lo que significa ser residente? ¿Se le olvidó lo que significa ser mujer embarazada?, ¿Supone Ud lo que significa estar embarazada de 33 sem (o de 36 cómo la segunda vez que deniega) y estar en una ambulancia y trabajando en un ambiente tan agresivo como una urgencia? 


Por todo ello GRACIAS COMPAÑERA, por su solidaridad, por una vez más demostrarme que hay palabras en las no se puede creer, que hay mujeres que bueno... mejor dejémoslo de ese tamaño. 


Y para su información Dra. Vaquero quiero contarle las consecuencias que su decisión han acarreado a esta trabajadora. 


Al recibir la segunda denegación de su parte, estoy ya casi de 37 sem y valoro mis posibilidades, informándome con el personal del INSS de la oficina de atención al ciudadano que gestionó mi documentación y me informan que mis posibilidades eran: 


1. Adelantar mi baja maternal antes del parto, lo que significa estar menos tiempo con mi hija.  


2. En dicha oficina me dicen "bueno, pídase una baja por IT" (baja por enfermedad para que nos entendamos...) Todo el mundo cree que esta segunda opción es la más adecuada, vale tengo dos cosas que decir al respecto: 


a. Cuando un residente se da de baja por enfermedad sólo cobra nómina normal, pierde más del 50% de su sueldo, y por otra parte, en la baja maternal te pagan SOLAMENTE LA BASE DE COTIZACIÓN DEL ÚLTIMO MES, (si compañeras, es el último mes, y no una media de los últimos tres meses, como todas creeis). Por ende si durante el último mes me daba de baja por enfermedad me quedaba cobrando también durante mi baja maternal solamente mi sueldo base, eso respresenta una pérdida de aprox 4.500 euros, por lo bajito. 


b. El embarazo NO ES UNA ENFERMEDAD, por ende ¿tengo que inventarme una enfermedad, como una lumbalgia por ej? o sea, somos tan retorcidos que la propia oficina del INSS me ofrece como solución que cometa FRAUDE, esto es ¡increíble!


Pues sepa Ud, compañera, que como no estoy dispuesta a regalarle a este gobierno 4.500 euros, que ya bastante mal me pagan, y ya bastante se han llevado con mi 5% todos los santos meses; y que tampoco estoy dispuesta a cometer fraude porque me parece el colmo de la picardía que la propia institución que me niega un derecho me diga que le haga fraude para poder irme a mi casa: eso es inmoral, y yo soy así de "jodida" con mi ética. Por tanto he optado adelantar un mes antes del parto mi baja maternal, o como le diría Ud. mi Prestación por Maternidad. 


Por tanto, de nuevo, ¡gracias! por robarme un mes de tiempo con mi hija (o en caso contrario si hubiese decidido lo otro, por robarme 4.500 euros y obligarme a delinquir), por todo ello ¡gracias! Ah y gracias por la horita de llanto que me pegué en el coche cuando me llegó su segunda respuesta... 


Sepa Ud. que he solicitado la respuesta oficial (siguiente paso administrativo para recurrir la denegación, que entre pitos y flautas toma como mes y medio). Por supuesto será negativa la respuesta oficial, y muy probablemente ya ni pueda recurrirla porque habré parido. Aún así como no podré recurrirla estoy valorando qué otras opciones tengo para reclamar... 


Por último, Dra. Vaquero, mi enojo no es sólo con Ud, también con la institución, con los regentes, por permitir tantas injusticias en nuestra sociedad, que a la final lo que a mi me ha ocurrido es lo de menos, yo a la final sigo teniendo un trabajo y futuro... muchos están peor. Si le digo, es una tristeza que se haya permitido que pocos perciban los beneficios, mientras es la sociedad la que sigue pagando las deudas (económicas, sociales y políticas) y lo que es peor, decisiones como la que Ud. tomó conmigo, lo único que hacen es sumarla a Ud. a esa clase de personas que poco admiro y que ayudan a que el sistema siga igual de asquerosamente corrompido. 


Así, Dra. Vaquero, lo único que puedo decirle, es de nuevo gracias... pero que a pesar de mi indignación, sepa Ud. que la perdonaré (estoy en ello), y a ver si REACCIONA UD, y deje de hacer tanto lo que los de arriba le piden y empiece a hacer lo éticamente correcto, súmese a esta parte de la sociedad que empieza a despertar. 


Laura ALPANSEQUE (que no Alfonseque) HOOGESTEYN (que no Hoodgesteyn).


martes, 10 de mayo de 2011

Interesante entrevista


ESTE SISTEMA SE ACABA Jose Luis Sampedro... por hordashispanicas


Cuándo empezaremos a preguntarnos ¿qué estoy haciendo YO para modificar esta situación?, que sólo reciclar no basta... que como consumidores y como seres humanos tenemos el poder en nuestras manos... que la responsabilidad es NUESTRA!, no podemos seguir des-responsabilizándonos con comentarios "es que los gobiernos" "es que las empresas"... NO!   "es que TU! es que YO!" eso es lo que debería estar en nuestra cabeza. ¿Cómo pretendemos cambiar nuestro mundo si no somos capaces ni de cambiar nuestro día a día, si no somos capaces de cambiar nosotros mismos? si no somos capaces de negarnos a participar en este círculo vicioso porque "Ayh! es que la camisa de Zara (o llámalo Bershka o llámalo Maximo Dutti.... entre taaantas otras) es demasiado bonita!" o "Es que da flojera eso de ponerse a lavar pañales y tener que movilizarme para conseguir los biodegradables!! noo es más cómodo comprar los dodot o los delyplus.. total..".  Sencillamente no somos capaces de COMPROMETERNOS de fondo... a la final Matrix va a tener razón y no somos más que un virus para este planeta... no me extraña que se termine cabreando la tierra, vaya caca de inquilinos que tiene. Tenemos que reaccionar TODOS, eso te incluye.

lunes, 2 de mayo de 2011

Reflexiones de Ernesto Sabato sobre la Medicina



La enorme complejidad de los conocimientos que hemos adquirido desde Aristóteles hasta hoy y que al parecer hace ilusorio el uomo universale del Renacimiento, ha conducido a algo que a la vez es inevitable y catastrófico: el especialista. Un físico que se ocupa de espectrogramas puede ignorar vastas regiones de la física, lo mismo que un químico inorgánico con respecto a la química orgánica. Esto ha sido inevitable, pero no incurramos en esa corriente falacia de tomar lo inevitable como magnífico. Aun en el mismo terreno del mundo material, el mas simple de todos, la especialización condujo a una especie de nueva barbarie, y debemos recordar que la mas grande revolución de la física la hizo un hombre que fue capaz de tomar en consideración los problemas mas generales de la materia en relación con el tiempo y el espacio; Einstein no era un especialista, era un generalista.
Con mayor razón esto es válido para aquellos territorios más complejos de la realidad biológica y psicofísica, donde el todo precede a las partes, tal como también vislumbró Aristóteles. El atomismo de la física no funciona ya en estas complejas realidades, y debe ser reemplazado por un organicismo que de prevalencia a la totalidad sobre las parcialidades. Que se requieran los servicios de un especialista en corazón, como se requiere el informe de un encefalógrafo, es inevitable y, en condiciones bien delimitadas por el generalista, de enorme utilidad; pero que se invierta el planteo y se de preminencia al dato del especialista, pertenece ya a la falla filosófica y esencial de una medicina positivista. Una persona es mucho mas que un conjunto de números, de presiones, cantidades de glucosa, radiografías y eritrosedimentaciones: es un ser complejo, una delicadísima unidad de materia y espíritu, donde todo influye sobre todo, y en el que es inútil, cuando no pernicioso, el informe especializado que no integre el armónico y dificilísimo examen de la estructura.
Dice ilustremente Schopenhauer que hay épocas en que el progreso es reaccionario y la reacción es progresista. Volver atrás en momentos de crisis, es lo más adecuado para retomar las banderas de un genuino progreso. En momentos en que el auge de la especialización y de la cuantificación mediante aparatos parece para muchos el colmo de la maravilla, no es difícil demostrar que constituye uno de los mas agudos peligros que enfrenta la medicina contemporánea. Y reclamar al generalista, no es un poco retomar la vieja tradición de aquel clínico de otro tiempo? De aquel hombre que tenía una especie de cualidad rabdomántica para detectar una enfermedad a veces con la sola forma de caminar de un paciente? De aquel hombre que conocía al enfermo por su nombre y apellido, que estaba al tanto de sus problemas familiares y de sus angustias pecuniarias, de sus manías y amistades, de sus pasiones y esperanzas, de sus ideas políticas y religiosas? De aquel hombre que sin mirar un aparato sabía a priori que a Don Rafael Schiaffino lo que le hacía falta no era vigilar su ácido úrico sino, simple pero genialmente, irse por un tiempo al campo y dejar de ver a la suegra?
Muchachos, ya les dije que soy apenas un escritor y, por cierto, no soy médico. Lo que no significa que no sepa nada de medicina, pues se de ella (y por motivos muy similares) lo que un ladrón consetudinario puede saber de la organización policial. He padecido úlcera, reumatismo, gota, colitis, anginas de garganta, bronquitis. Que más, para hablar un poco del asunto?
Y, sobre todo, no se enojen: son opiniones revulsivas, con el sólo ánimo de inclinarlos al análisis y discusión de problemas que a veces parecen ya resueltos.
Fragmentos de una conversación mantenida por Ernesto Sábato con redactores de la Revista Medicina Intensiva. (Ernesto Sábato, La Robotización del hombre y otras páginas).
Alrededor del año 1975.